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Lunes, 07 Marzo 2022 10:58

Ucrania cuestiona la legitimidad de la pertenencia de Rusia a la ONU Featured

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Ciudad de México, 7 de marzo de 2022 (IPS).- La abrumadora condena de la invasión de Ucrania en la Asamblea General, que antes fue imposible en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia y la abstención de China, ha puesto en tela de juicio la legitimidad de la pertenencia a la ONU de ambos países, que son miembros permanentes de su máximo órgano político.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) dejó de existir a fines de 1991, y la Federación Rusa asumió sus derechos y obligaciones como Estado sucesor.

Y la República de China (Taiwán) fue expulsada de las Naciones Unidas -y despojada de su preciado puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU- hace unos 51 años.

Pero según la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), «la URSS y la República de China», y no la «Federación Rusa» o «la República Popular China», siguen siendo dos de los cinco miembros permanentes del órgano más poderoso de la Organización, los que además tienen derecho a veto.

Si ambos países se asumen como sucesores legítimos, ¿por qué no se presentan ante la Asamblea General para ayudar a enmendar la Carta?  Como resultado de esta anomalía, para muchos expertos la Carta de la ONU se mantiene obsoleta y una reliquia de un pasado lejano mientras no se modifique.

Según el artículo 108 de la Carta, un instrumento vinculante de derecho internacional que dio vida a la ONU en 1945, las enmiendas deben ser adoptadas por dos tercios de los 193 miembros de la Asamblea General y ratificadas por dos tercios de los miembros de las Naciones Unidas, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China,  Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.

La Carta ha sido enmendada en cinco ocasiones:

  • En 1965, se modificó el artículo 23 para ampliar el Consejo de Seguridad de 11 a 15 miembros
  • En 1965, se modificó el artículo 27 para aumentar el número necesario de votos del Consejo de Seguridad de 7 a 9
  • En 1965, se modificó el artículo 61 para ampliar el Consejo Económico y Social de 18 a 27 miembros
  • En 1968, se modificó el artículo 109 para cambiar los requisitos de una Conferencia General de Estados miembros para la revisión de la Carta
  • En 1973, el artículo 61 se modificó de nuevo para ampliar el Consejo Económico y Social de 27 a 54 miembros

Pero nunca se produjo una modificación para reflejar los dos Estados sucesores, a saber, la Federación Rusa y la República Popular China (RPC).

Durante la Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General, el embajador de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, señaló que aunque «la Federación Rusa ha hecho todo lo posible para legitimar su presencia en las Naciones Unidas, su pertenencia no es legítima, ya que la Asamblea General nunca votó sobre su admisión en la Organización tras la caída de la Unión Soviética en diciembre de 1991».

La Asamblea General extraordinaria concluyó el miércoles 2 con una abrumadora mayoría de 141 votos contra la invasión rusa a Ucrania y la demanda del inmediato retiro del territorio, mientras solo cinco países, incluida la misma Rusia, votaron en contra y 35 se abstuvieron.

Con el colapso de la URSS a finales de 1991, la Comunidad de Estados Independientes firmó una declaración en la que se acordaba que «los Estados miembros de la Comunidad apoyan a Rusia para que asuma la condición de miembro de la URSS en la ONU, incluida la de miembro permanente del Consejo de Seguridad».

Y en octubre de 1971, la Asamblea General decidió reconocer a los representantes del Gobierno de la República Popular China como los únicos representantes legítimos de China ante las Naciones Unidas.

Pero hay una pregunta que se plantea desde hace tiempo: ¿por qué Rusia y la RPC no han solicitado una enmienda de la Carta?

¿Es que ambos países temen no poder reunir la mayoría de dos tercios necesaria en la Asamblea General para cualquier enmienda de la Carta?

En un memorando de diciembre de 1991, la Oficina de Asuntos Jurídicos de la ONU dijo: «Por el momento, la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sigue siendo miembro de las Naciones Unidas con todos los derechos y obligaciones de los miembros. Sus representantes, cuyas credenciales han sido aprobadas por la Comisión de Credenciales, siguen ocupando el asiento de la URSS en todos los órganos de las Naciones Unidas.

“Al considerar los cambios que pueden producirse en un futuro próximo y sus implicaciones en el orden constitucional interno de las Naciones Unidas, debe tenerse en cuenta que las Naciones Unidas se verán obligadas a proceder a partir de los acuerdos que se tomen internamente en la Unión Soviética en relación con la desintegración de la URSS y las decisiones que tomen las repúblicas respecto a su estatus individual en el derecho internacional y el de cualquier entidad colectiva que pueda surgir”, añadió.

El memorando plantea varios escenarios sobre la sucesión de estados, incluyendo «una cuestión similar tras la partición de India y Pakistán, cuando algunos miembros se opusieron a que India mantuviera automáticamente su puesto, mientras que Pakistán tenía que solicitarla como un nuevo Estado».

Pero la cuestión de una Carta sin modificación en cuanto a nuevos Estados miembros sigue sin respuesta.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo el viernes 4 ante preguntas al respecto  que la Oficina de Asuntos Jurídicos de la ONU había «revisado los archivos pertinentes».

“Se me informó que la búsqueda continua en los archivos en papel y en los archivos no digitalizados, y que se han encontrado algunos documentos relacionados, incluyendo un memorando entre oficinas con fecha del 19 de diciembre de 1991”, precisó.

Añadió que el documento fue desclasificado y «puedo compartirlo con ustedes si están interesados».

El memorando entre oficinas, señaló, no altera en absoluto la posición de la Secretaría General, que es que, de acuerdo con la Carta de la ONU, «la cuestión de la pertenencia a la ONU es responsabilidad de los Estados miembros».

Mientras tanto, cualquier intento de expulsar o suspender a Rusia de la Asamblea General -principalmente por su invasión de Ucrania- será difícil de justificar a juzgar por el historial de algunos de los Estados miembros.

Stephen Zunes, profesor de Política y Estudios Internacionales de la Universidad de San Francisco, que ha escrito extensamente sobre la política del Consejo de Seguridad, dijo a IPS que esta propuesta parece una exageración.

“Técnicamente, las Naciones Unidas podrían expulsar a Rusia del Consejo de Seguridad, pero políticamente se vería como algo vengativo y probablemente debilitaría la autoridad de las Naciones Unidas”, dijo.

Añadió que “también se plantearía la cuestión del doble rasero».

Marruecos fue elegido para un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad en la década de los 90, a pesar de su invasión, ocupación y anexión ilegal del Sáhara Occidental.

Indonesia fue elegida para el Consejo durante la misma década tras la conquista y ocupación de Timor Oriental.

Y la admisión de Israel en las Naciones Unidas, argumentó, estaba condicionada a que «Israel es un Estado amante de la paz que acepta las obligaciones contenidas en la Carta, y es capaz y está dispuesto a cumplir esas obligaciones», lo que claramente no ha hecho, como lo demuestran sus conquistas de países vecinos, su colonización ilegal de territorios ocupados y su anexión ilegal de partes de ellos, señaló.

“Para que las Naciones Unidas tomen medidas tan drásticas contra Rusia en respuesta a su invasión de Ucrania, tendría que tener una política más coherente hacia las naciones agresoras», consideró Zunes.

En el caso de China, dado que la comunidad internacional ha reconocido que solo hay una China y que muchos Estados miembros han cambiado sus nombres formales a lo largo del tiempo, consideró que «no creo que la representación de China sea un problema».

“Si se sometiera a votación, estoy seguro de que obtendría una mayoría de dos tercios” la pertenencia de Beijing al organismo mundial.

El caso soviético/ruso es más complicado, señaló. En este caso, se podría argumentar que la Unión Soviética era el Estado sucesor del Imperio Ruso, una Unión Soviética reducida seguiría siendo Rusia. “No creo que Rusia hubiese tenido problemas para conseguir los dos tercios de apoyo hasta hace poco», argumentó.

Este artículo fue publicado originalmente por IPS Inter Press Service

 

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