Las temperaturas superaron los 40 grados centígrados en partes de Portugal, España, Francia y Reino Unido, que alcanzó ese registro por primera vez. Varios miles de personas perecieron por causas asociadas a las olas de calor.
En la península ibérica se observó un número inusualmente elevado de días con temperaturas máximas superiores a los 35 grados centígrados, destacando la duración de las temperaturas cálidas en esta región.
Estados Unidos también tuvo su tercer julio más cálido, las temperaturas estuvieron sobre la media o alcanzaron récords en casi todos sus estados, y hubo olas de calor con registros diurnos cercanos a 38 grados centígrados, lo que contribuyó a una demanda récord de energía y enfermedades relacionadas con el calor.
La OMM dijo que, a nivel mundial, el cálido julio de estuvo cerca de 0,4 grados centígrados por encima del período de referencia, 1991-2020, ligeramente más frío que julio de 2019 y ligeramente más cálido que julio de 2016.
Con el calor avanzó la sequía, y julio de 2022 fue más seco que el promedio en gran parte de Europa, con récords de precipitaciones bajas en varios países, lo que afectó a las economías locales y a la agricultura, y aumentó el riesgo de incendios forestales.
Francia, por ejemplo, tuvo el julio más seco jamás registrado, con un déficit de precipitaciones de 85 % a nivel nacional, según su servicio meteorológico.
En Estados Unidos se informó que al concluir julio 51,4 % del territorio de sus estados contiguos estaba en situación de sequía, y los incendios en todo el país habían quemado, entre enero y julio, 5,7 millones de acres (2,3 millones de hectáreas), casi 1,5 veces el promedio para esta época del año.
El clima inusualmente cálido y seco continúa este agosto. En una conferencia de prensa el pasado 18 de julio, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, dijo que las olas de calor “se están haciendo más comunes a causa del cambio climático, y en el futuro serán normales y veremos extremos aún más fuertes”.
Para 2050, aproximadamente la mitad de la población europea puede estar expuesta a un riesgo alto o muy alto de estrés por calor durante el verano, según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.
En el hemisferio sur, las temperaturas más altas que las del promedio se registraron en el centro de América del Sur y el sur de África, así como en el Pacífico norte y el océano adyacente a península antártica.
La extensión del hielo marino de la Antártida alcanzó su valor más bajo para julio en los 44 años de los que se poseen registros satelitales.
La media de esa extensión fue de 15,3 millones de kilómetros cuadrados, 1,1 millones de kilómetros cuadrados (siete por ciento) por debajo de la media del lapso 1991-2020 para julio, y estuvo muy por debajo del anterior mínimo para ese mes.
Con el calor en el hemisferio norte, también la extensión del hielo marino del Ártico estuvo cuatro por ciento por debajo del promedio.
En cambio, hubo temperaturas por debajo del promedio en el océano Índico occidental, desde el Cuerno de África hasta el sur de la India, en gran parte de Asia central, así como en la mayor parte de Australia, según el Servicio de Cambio Climático de la entidad europea Copernicus.
También por contraste, las condiciones más húmedas que el promedio fueron notables en el este de Rusia, el norte de China y una gran franja húmeda desde el este de África a través de Asia hasta el noroeste de la India, según Copernicus.
Este artículo fue publicado originalmente por IPS Inter Press Service