En este juego de tronos a la mexicana, no todos los que son serán, y ciertamente no todos los que están seguirán estando cuando las candidaturas se concreten.
Como un gran hermano orquestando el espectáculo, MORENA, ese coloso de la política mexicana, parece jugar con reglas de plastilina: maleables y siempre sujetas a cambio. Y mientras todos están bajo el reflector de MORENA, el Verde Ecologista no se queda atrás, mostrando sus cartas con la intrigante participación de Jorge Emilio González en las mesas de negociación.
Su actuar, al negarle la candidatura al padre del corredor Checo Pérez para gobernar Jalisco, revela no solo su influencia sino también su cercanía del lider moral del Verde con figuras como Claudia Sheinbaum.
Dividido o no, el Verde tiene peso en la mesa nacional, y personajes como Mara Lezama demuestran una habilidad política envidiable por muchos alineándose con la corriente morenista de López Obrador y Sheinbaum, pero también con la versatilidad de González, quien parece jugar ajedrez con todas las piezas a su disposición.
La realidad es que, en esta tierra de sorpresas y sorprendidos, Mara Lezama parece tener el as bajo la manga, manejando no solo las candidaturas de su partido sino ejerciendo influencia más allá, orquestando el tablero político a su antojo.
Y mientras los partidos menores parecen caricaturas dirigidas por aquellos que sueñan con el poder sin tenerlo, Lezama se alza como una figura que tiene a los líderes nacionales bailando al ritmo que ella toca.
Así, desde hoy hasta la impresión de las boletas, en el sinuoso camino a las elecciones del 2 de junio, mucho puede cambiar.
En un estado donde la única constante es la incertidumbre en política, Mara Lezama no solo lleva la delantera en las designaciones, sino que también se posiciona como una jefa política como ninguna, una maestra de marionetas cuyos hilos se extienden mucho más allá de su escenario local.
Y en este teatro de la política, donde cada acto puede ser el preludio de un giro inesperado, recordemos que el poder no lo tiene quien debería, sino quien sabe dónde y con quién estar.
“CAMBIO DE CAMISETA: LA POLÍTICA MEXICANA EN EL ESPEJO DE ANGIE ESTEFANIA”
En el escenario político mexicano, donde la coherencia a menudo se disipa como el humo de un buen taco al pastor, la figura de Angie Estefania Mercado Asencio brilla con la luz intermitente de una estrella de neón en una cantina de carretera.
Exvecina de Houston y repentina apasionada de la política, su salto del sector empresarial al ring político fue impulsado por el mismísimo Carlos Joaquín, quien, cual director de orquesta, le ayudó a afinar su primera melodía política con la alianza PRI-PAN-PRD.
La política, esa esfera donde las convicciones se tratan a veces como las prendas en una tienda de segunda mano, se puede cambiar según la temporada o la tendencia.
Angie, en su debut, cantó al unísono con el coro anti-AMLO, criticando la gestión de la pandemia y todo lo que de la 4T emanaba.
Pero la política, como el clima del Caribe mexicano, cambia sin previo aviso, y así la vimos transformar su tonada crítica en una oda a lo que antes denostaba.
Ahora, en una maniobra digna de un contorsionista político, se alinea con el Verde Ecologista, toma selfies con AMLO —el antes denostado— y lanza dardos al PAN, su anterior santuario.
Como si el pasado se pudiera borrar con la misma facilidad con la que se limpia el historial de un navegador, olvida sus antiguos elogios al PAN y a figuras como Lili Campos, para abrazar nuevas alianzas con la misma convicción con la que se cambia de zapatos.
Lili Campos, por otro lado, emerge como la kryptonita de la 4T en Playa del Carmen, demoliendo a los Beristain en sucesivas batallas electorales y dejando a Laura como una regidora más del montón.
Angie, aún con la camiseta del Verde pero con el corazón latiendo al ritmo de MORENA, parece soñar con el trono de Playa del Carmen para 2024 e incluso con la grande en 2027, mientras María José Osorio Rosas acecha en las sombras del Verde, lista para ser la carta sorpresa contra Lili.
En este tablero de ajedrez político, donde las piezas cambian de color con una facilidad pasmosa, Angie Estefania se ve no solo como edil sino como la futura reina. Pero en política, como en las novelas de García Márquez, la realidad supera la ficción, y lo único seguro es que aún hay muchos capítulos por escribir en esta telenovela caribeña.
CURVA PELIGROSA…
En el vasto circo de la política, donde el espectáculo nunca cesa, una pareja de pseudo políticos —ella muy dulce él muy amador, cuyo amor por el reflector solo es eclipsado por su afán de negocios— ahora se lanza al ring de la lucha libre, queriendo erigir este arte del simulacro en deporte estatal casi por decreto.
A quienes no se sumen a su función de máscaras y melodrama, los amenazan con una lluvia de sillas y golpes bajos, muy a su estilo. Este ex deportista y su consorte, afamada por su estilo más rudo que técnico fuera del cuadrilátero, aplican la llave del chantaje a quien osa desviar la mirada de su montaje.
Si tanto les urge entrar al negocio de los costalazos y las llaves, que tomen número y se ubiquen tras el gran Ineptorruco y su fallida utopía de luchatitlán. Parece que ha brotado una epidemia de ocurrencias donde la política y la lucha libre se confunden, y la única que gana por descalificación es la sensatez.
Y recuerden… Esto es Sólo para Informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, Twitter, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten nos leemos pronto Dios mediante pero que sea Xlalibre