Con una diferencia de 777 votos a favor de Martínez Hernández, la resolución del Teqroo debería haber sido el punto final en esta contienda. Sin embargo, Rojas Fabro y su séquito de seguidores se han embarcado en una absurda “gira del agradecimiento”, comportándose como si hubieran sido los vencedores. Esta negación de la realidad no solo es un insulto a la inteligencia de los votantes, también contamina la percepción pública al repartir vasos desechables y panes en algunas colonias de la capital, promoviendo una narrativa falsa de victoria.

Es preocupante que una figura que aspira a ocupar un puesto de autoridad demuestre tal desconexión con la realidad y una soberbia tan marcada que no le permite aceptar la voluntad del pueblo. La política debe ser un reflejo del servicio y el compromiso con la verdad, no un capricho personal o una vendetta. La insistencia de Lidia Esther en presentarse como ganadora, pese a la clara derrota, revela una falta de respeto hacia el proceso democrático y hacia los ciudadanos que participaron en él.

Más alarmante aún es la doble moral mostrada por esta candidata, quien antes de las elecciones buscó desesperadamente alinearse con el gobierno estatal, ofreciendo sus servicios a la 4T sin éxito. Ahora, envuelta en la bandera naranja del Movimiento Ciudadano, pretende erigirse como una figura de oposición, aunque su historia de intentos fallidos de negociación la desmiente.

El futuro de Rojas Fabro, si es que logra un puesto de regidora, será el de una figura cuya carrera política se ha visto marcada por la derrota y la negación. La historia, después de todo, se escribe con ganadores y perdedores, y Rojas Fabro, una vez más, ha demostrado estar en el lado de los perdedores. La política no es un escenario para caprichos personales, y quienes no entienden este principio básico no tienen cabida en el servicio público.

La obstinación de Rojas Fabro no solo subraya su incapacidad para aceptar la realidad, también evidencia una peligrosa desconexión con los principios democráticos y una clara falta de respeto hacia el electorado. La política debe ser un reflejo de la voluntad del pueblo, y quienes no pueden aceptar su derrota no merecen el honor de representarlos.

Cambios en el gabinete de Mara Lezama 

Los recientes cambios en el gabinete de la gobernadora Mara Lezama continúan su curso sin mayor aspaviento, demostrando la firmeza y determinación que se requiere para mejorar la gestión estatal. Tal como lo anticipamos, la remoción de Artemio Santos de la jefatura de gabinete fue un movimiento necesario. Su ineptitud en el cargo era evidente, y su reemplazo por el experimentado José de la Peña Ruiz de Chávez marca un paso importante hacia una administración más eficaz y competente.

El relevo en la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDE) también era imperativo. Karla Almanza López, cuya falta de experiencia y conocimiento en el área económica resultaron en una gestión más que mediocre, ha sido reemplazada por Esther Burgos Jiménez. Burgos Jiménez, una funcionaria capacitada y experta, alineada tanto con los principios maristas como con los valores de Morena, trae una nueva esperanza para el desarrollo económico del estado.

La llegada de Óscar Rébora a la Secretaría de Medio Ambiente, sustituyendo a Huguete Hernández Gómez, es otro acierto de Lezama. Hernández Gómez había demostrado ser inoperante en un área crucial para el bienestar y futuro del estado. Rébora, con su experiencia y compromiso, promete una gestión más eficiente y efectiva en la protección y conservación del medio ambiente.

Estos cambios son solo el inicio. La capacidad de Mara Lezama para identificar y remover a aquellos que no están comprometidos con su proyecto de estado es un testimonio de su liderazgo y visión. Cada decisión de relevo refuerza la premisa de que su administración no tolerará la incompetencia y buscará siempre el beneficio del estado por encima de todo.

El gobierno estatal mejora y avanza, y estos movimientos en el gabinete son un reflejo de la dedicación de Lezama a un Quintana Roo más fuerte y próspero. Con personajes como José de la Peña Ruiz de Chávez, Esther Burgos Jiménez y Óscar Rébora en puestos clave, el futuro del estado parece más prometedor que nunca.

Mara Lezama demuestra que el cambio y la mejora continua son posibles con determinación y liderazgo. Los ciudadanos de Quintana Roo pueden confiar en que su gobernadora no descansará hasta que cada rincón del estado se beneficie de una gestión eficiente y comprometida. En estos tiempos de transformación, la firmeza de Lezama es una realidad y progreso para todos.

Curva peligrosa…

La llegada del gas natural a Cancún y Playa del Carmen marca un parteaguas significativo en el desarrollo energético de Quintana Roo. Este avance promete una fuente de energía más limpia y eficiente, además de impulsar el crecimiento económico y la competitividad de la región. 

Las altas expectativas que se tienen radican en la posibilidad de reducir costos operativos para las empresas, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y atraer inversiones que contribuirán a la creación de empleos y al desarrollo sostenible. Este paso representa una apuesta firme por un futuro más próspero y ambientalmente responsable para el estado.

Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.

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