Por Joaquín Quiroz Cervantes
En el ámbito de la política, el juego siempre tiene ganadores y perdedores, aunque no todos logran reconocer su posición al final del día. Un claro ejemplo de esta dinámica se refleja en el comportamiento obstinado e ilógico de Lidia Rojas Fabro, candidata del Movimiento Ciudadano, quien ha demostrado ser incapaz de aceptar su derrota ante Yensunni Martínez Hernández, confirmada en tres ocasiones: en las urnas, en el recuento y finalmente por el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo).